CAMINO
DE SANTIAGO

Cuándo fue momento de la
historia en que comenzó el camino
es hoy por hoy una pregunta sin respuesta.
El llamado Camino de
Santiago transitado hoy por millones de peregrinos en actitudes
diversas, desde la fe, la estética esnobista, el deporte o la
iniciación es una ruta que se pierde en la noche de los tiempos.
Que Santiago no vino a
España ni muerto, ni vivo es un hecho irrefutable y por tanto, una
invención de la Edad Media para poblar la desierta estepa castellana.
Sin embargo, en algún
hecho histórico se tuvieron que basar quienes lo trazaron en esas
fechas medievales. Sabemos que ya en la época paleocristiana, los
discípulos de Prisciliano recorrieron esa ruta portando el cadáver de
su Maestro.
Sabemos que la Orden del
Templo se asentó a lo largo de esa misma ruta y dado su carácter
esotérico, iniciático y poco proclive a la caridad cristina, no
creemos que fuera por filantropía.
Así mismo se recogen
leyendas, trasmitidas oralmente durante centurias que este camino
escrito en las estrellas de la noche, esculpido en las piedras labradas
por generaciones de silenciosos canteros, fue vía inciática de druidas
celtas.
El Camino no terminaba en
Santiago, era sólo el último descanso antes de llegar a la meta, un
lugar de muerte, un camposanto donde inhumar los cuerpos yacentes de los
maestros, pero el sendero seguía silente hacia la Mar Tenebrosa, esa
mar que aterrorizó a los conquistadores romanos cuando vieron como el
Sol era engullido en el horizonte, hundiéndose en las aguas del
océano.
El Camino, antes y ahora,
va a morir al mar, en la abrupta Costa de la Muerte, la tierra más
mágica de Europa, tierra donde siempre germinó el paganismo celta,
tierra a la que arribaban en un viaje alegórico en busca de la muerte
para renacer a una nueva vida.
Hoy muchos peregrinos
viajan con el mismo sentimiento sin saberlo, descubren en sus
entrañas huecos vacíos que esta vida embriagada de materialidad
los ha cegado a la espiritualidad.
Sea como fuere, el camino
es hoy una meta para millones de personas en el mundo que en el largo
discurrir por sus senderos, van percibiendo sensaciones desconocidas que
influirán en su existencia hasta que la muerte los reclame.
Aquí editaremos algunas de
esas experiencias individuales y colectivas, estando abierto este
púlpito para aquellos que desean compartirlas.
José Ramón Varela

EL
MITO DEL CAMINO DE SANTIAGO
J.
R. VARELA - Extracto libro
J. R. VARELA - Camino en tren
J. R. VARELA
- Camino en autobús
ESTRATA "Huellas y
Caminos" - Revista
ESTADEA
"Casa de Galicia" - Revista
X.
A. VILABOA (Varios)
FERNANDO GARCÍA - Camino en bici

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Actualizado el 06.03.07
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